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Revista Olímpica

Historia de un largo y difícil nacimiento

Los XIX Juegos Panamericanos, que se celebrarán del 20 de octubre al 5 de noviembre próximos, empezaron a nacer en los Olímpicos de Los Ángeles, en 1932, cuando fueron propuestos. Sin embargo, transcurrirían 19 años, durante los cuales pasaron los Olímpicos de Berlín 1936; se desencadenó la II Guerra Mundial, que paralizó las actividades deportivas del mundo, y se aplazaron los juegos de 1940 y 1944. Finalmente comenzaron en Buenos Aires, en 1951, y desde entonces se han celebrado de manera ininterrumpida, con la presencia colombiana.

En 1924, durante la Sesión 22 de Comité Olímpico Internacional (COI), en París, los delegados latinoamericanos presentes se dedicaron a plantear ideas acerca de la posibilidad de unir deportivamente a América, mediante una confrontación similar a los Juegos Olímpicos, pero de carácter regional. Fue así como el 4 de julio sesionó el Primer Congreso Deportivo Centroamericano con la participación de representantes de Colombia, Costa Rica, Cuba, Guatemala, El Salvador, Honduras, Haití, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela, que vino a dar vida a los primeros Juegos del área en Ciudad de México en 1926.

Foto: Argentina Amateur Deporte.

Este loable propósito que para muchos dirigentes del área se quedó corto en la intención. Por eso, en su reencuentro con ocasión de los Juegos en Los Ángeles 1932, México tomó la audaz vocería, al proponer la formación de la Confederación Deportiva de América, es decir, sembrar la semilla para va a dar vida a los Juegos Panamericanos. El propósito se reafirmó en las justas Berlín 1936, certamen en el cual se acordó sentar las bases para la primera edición. Por eso, el entonces presidente del Comité Olímpico de Estados Unidos, Avery Brundage, expresó en pleno su pensamiento y lideró la formalización del proyecto de crear federaciones continentales en cada deporte.

Jaime Aparicio gana la primera medalla panamericana para Colombia, el oro en los 400 metros con vallas, en Buenos Aires 1951.

La iniciativa de Brundage llevaba implícito el objetivo de ser presidente del COI, y sabía que los votos americanos ayudarían en ese anhelo. Por ello organizó en 1937, en Dallas (Texas, USA), unas competencias -a manera de ensayo- de cara al futuro. Junto al anfitrión acudieron Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, Paraguay y Perú, por supuesto, con gastos pagados. Estos esfuerzos pronto tuvieron su recompensa, con la celebración del Primer Congreso Deportivo Panamericano, en Buenos Aires, en 1940, al que asistieron delegados de 16 países, quienes aprobaron la integración del Comité Deportivo Panamericano, del cual Brundage salió elegido presidente.

Eva Perón, Primera Dama de Argentina, con su esposo, el presidente Juan Domingo Perón, en la inauguración de los Juegos. Foto: History.

Y Buenos Aires fue escogida como la sede de los I Juegos, en 1942. La II Guerra Mundial no era un obstáculo para los preparativos, pero los planes cambiaron tras el ataque japonés a la base norteamericana de Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, por lo que Estados Unidos y otros países del continente entraron al conflicto. De esta forma, la organización de las justas se interrumpió y sólo la conclusión de las hostilidades (1945) posibilitó que en Londres volviera el certamen olímpico, tres años después. Allí los delegados de América ratificaron a Buenos Aires y se fijó el punto de partida, el domingo 25 de febrero de 1951.